La historia bíblica de la creación se refiere al árbol del conocimiento, que juega un papel esencial en la caída del Jardín del Edén. Adán y Eva, por consejo de la serpiente de la tentación, son seducidos a comer el fruto del árbol del conocimiento. Así el hombre cae de la unidad celestial al apesadumbrado mundo de la polaridad.

El Génesis de la Torá describe que en medio del Jardín del Edén bíblico está el árbol de la vida y el árbol del conocimiento. A veces el fruto del árbol del conocimiento se representa erróneamente como una manzana. Pero la Biblia sólo menciona una fruta. Al comer del árbol del conocimiento, el hombre espera ser capaz de distinguir entre el bien y el mal como Dios. Adán y Eva comen de él, aunque Dios les ha advertido que los haría mortales. Debido al fruto del árbol del conocimiento, pierden su armonía y unidad divina en favor del mundo de la polaridad. En este mundo polar hay grandes desafíos en la sociedad, la familia, la profesión y otras relaciones. Se experimentan dolores, sufrimientos, preocupaciones y miedos para permitir la evolución. La Academia Hermética nos da métodos y herramientas para entender este proceso conscientemente y participar en el crecimiento y la evolución.

A través de este primer pecado, Adán y Eva sienten culpa y vergüenza por primera vez. No fueron capaces de percibir esto en conjunto. Eva le da la culpa a la serpiente – porque habría engañado a Eva, y Adán le asigna la culpa a Eva, y afirma que ella lo había engañado para comer del fruto del árbol del conocimiento. Hay un importante mensaje oculto aquí. Nadie tiene la culpa de la decisión de Adán y Eva mas que ellos mismos, ya que eran libres de decidir. Así que la comprensión de que el hombre mismo siembra la semilla de su destino y debe liberarse de señalar con el dedo a las personas y situaciones es inevitable para el crecimiento del alma. Una herramienta importante para esto es el poder del perdón. Perdonarse a uno mismo y a los demás puede ser muy saludable.

Adán y Eva también percibieron la vergüenza. La vergüenza está relacionada con la sexualidad. En algunas religiones y enseñanzas orientales es común que el ascetismo es el camino correcto de la espiritualidad. Pero el ascetismo lleva a la supresión de una fuerza muy fuerte, que puede tener un efecto abominable. Si todas las personas vivieran egoístamente abstinentes, la humanidad se extinguiría. Otras doctrinas, en cambio, proclaman que la completa libertad de elección y la promiscuidad son necesarias para experimentar la Libertad y la Evolución. Esto es sólo el otro extremo e implica más sufrimiento que liberación.

La vía media o la vía del equilibrio significa purgar el poder sexual de las ideas perversas, humillantes y egoístas y vivir la sexualidad como una expresión de amor en una relación. Los cursos de la Academia Hermética ayudan a orientarse sobre de dónde venimos, cuál es nuestra tarea como seres humanos y hacia dónde conduce el desarrollo del ser humano.