Las barajas de Tarot más conocidas son el Tarot de Marsella, el Tarot de Rider-Waite de 1910 y el Tarot de Crowley, también conocido como el Tarot de Thoth, de los años 40. Los Iniciados de los Misterios dejaron con el Tarot un sistema de símbolos para transmitir la sabiduría eternamente intacta.

Estas barajas han ido ganando popularidad desde el siglo XVI debido a las malas interpretaciones de los cartománticos y médiums profanos. Encima del aspecto de juego de estas cartas como baraja infantil, el Tarot abre valiosos secretos y enseñanzas internas de sabiduría atemporal al aspirante inclinado por la Tradición de Misterios.

La palabra “arcana” deriva del latín “arcanum”, que significa “secreto”. Desde hace miles de años existen símbolos e imágenes arquetípicas similares en las más diversas culturas, con el objetivo de transmitir las enseñanzas secretas de los Misterios a los aspirantes adecuados. Los Altos Iniciados que caminaron por este mundo en épocas anteriores ocultaron el conocimiento de los poderosos símbolos de los Misterios por medio del Tarot en los sistemas de cartas y oráculos ahora disponibles comercialmente.

Esto permite proteger la mística sabiduría del ojo profano. Porque solamente con la llave correcta se puede acceder al conocimiento secreto de los símbolos del Tarot y se puede comprender la Sabiduría Eterna. En la Orden de la Aurora Dorada, que estaba bajo el liderazgo de MacGregor Mathers y William Wynn Westcott, los símbolos del Tarot eran tratados en los rituales de Iniciación. Tras la disolución de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, Paul Foster Case, que fue alumno de esta orden en EE. UU., publicó su propia baraja de Tarot, libros sobre este tema y fue cofundador de la escuela Builders Of the Adytum (BOTA). Sin embargo, Paul Foster Case carecía de herramientas prácticas de los altos y más elevados Misterios debido a su bajo nivel de Iniciación.

Las cartas individuales también se denominan “llaves”. El Arcano Menor divide sus 56 llaves en cuatro filas, cada una con 14 llaves. Las filas se componen de cartas de número y de piso (Hofkarten).

Las cartas numéricas incluyen palos, cálices, espadas (dagas) y monedas (pentáculos). Las cartas de la baraja, por su parte, están formadas por las personas del rey, la reina, el príncipe y la princesa.

Los números, colores y elementos utilizados en los Arcanos Menores no son en absoluto casuales, sino que describen su modo de acción en el plano material e inmaterial.

Las 22 llaves de los Arcanos Mayores también se llaman triunfos. Cada una de estas llaves describe un símbolo independiente y es completamente diferente de todas las demás llaves de los Arcanos Mayores. Cada una de estas llaves representa una fuerza y un poder cósmico y no humano que ha sido ocultado por medio del simbolismo. Estos poderes sé expresan a través del ser humano y marcan el código secreto del que está compuesto el ser humano. Esto puede reconocerse por el hecho de que, además de la imaginería y el simbolismo arquetípicos, se puede asignar a las claves el simbolismo de los colores y los números, así como el de las letras hebreas. Algunas barajas de Tarot están numeradas, aunque el orden de los arcanos mayores suele ser diferente. Los nombres de los triunfos son los siguientes: Tonto, Mago, Suma Sacerdotisa (Pontífice), Emperatriz, Emperador, Hierofante (Sumo Sacerdote), Amante, Carro, Fuerza, Ermitaño, Rueda de la Fortuna, Justicia, Ahorcado, Muerte (no tiene nombre en algunas barajas), Templanza, Diablo, Torre, Estrella, Luna, Sol, Juicio (Corte) y Mundo.

La formación guiada y práctica en una auténtica Escuela de Misterios, como la Academia Hermética, puede liberar los poderes de estos símbolos y ayudar a la persona a desarrollar todo su potencial.